Autocuidado del cuidador
Es muy importante recordar cuidarse. ¡Cuidar es difícil! Quienes cuidan a un ser querido a menudo se sienten culpables por atender sus propias necesidades, pero tomarse un tiempo para uno mismo le permitirá ser un mejor cuidador. Esto no es ser egoísta. Si se agota, desarrolla problemas de salud o se resiente, no beneficiará a nadie.
Aquí hay algunas cosas que puedes hacer por ti mismo:
- Come bien.
- Duerma lo suficiente
- Haga ejercicio regularmente.
- Pruebe actividades que reduzcan el estrés, como yoga, meditación o salir a caminar.
- Reserve tiempo para la diversión y el ocio.
- Quedarse con amigos
- Planifica salidas con tu ser querido.
- Hable sobre sus desafíos con familiares y amigos cercanos.
- Asista a un grupo de apoyo para cuidadores de ELA.
Cuidar es un acto desinteresado, pero también puede tener un gran impacto. Como cuidador, desea apoyar a su ser querido tanto como sea posible. Parte de ese apoyo también implica cuidarse a sí mismo. El agotamiento del cuidador puede provocar problemas emocionales y físicos que, con el tiempo, pueden afectar su perspectiva y su propia calidad de vida.
- Dr. Terry Heiman-Patterson, neurólogo de ELA
Pedir ayuda
Las exigencias del cuidado, además de las tareas cotidianas, pueden resultar abrumadoras. A medida que aumentan las necesidades de cuidado, intentar hacerlo todo solo puede resultar difícil. Es importante aprender a pedir ayuda cuando la necesites.
Encontrar el tiempo para cuidarse a sí mismo puede significar programar cuidados de relevo, que es cualquier tipo de asistencia de cuidado a corto plazo que le brinde descanso y alivio.
El cuidado de relevo podría significar pasar unas cuantas horas fuera de casa cada día o semana para hacer ejercicio, Programe sus propias citas, haga recados o salga a comer con un amigo. O podría significar unos días fuera para simplemente relajarse y recargar energías. El cuidado de relevo puede ser proporcionado por cuidadores profesionales, profesionales de la salud, familiares, amigos o voluntarios.
Es importante asegurarse de que quien cuide a su ser querido tenga las habilidades y la capacitación necesarias para brindarle el nivel de atención necesario. También querrá explicarle detalles importantes de su cuidado para que se sienta cómodo al partir.
Si no se siente cómodo pidiendo ayuda o prefiere no coordinar todos los detalles, puede pedirle a un familiar o amigo que le ayude a coordinar la cobertura de cuidados. Existen calendarios y herramientas en línea como Lotsa Helping Hands, CaringBridge y Care Connection de la Asociación de ELA que pueden facilitarlo.
Encontrar un mayor equilibrio y tiempo personal también puede implicar pedir ayuda con las tareas domésticas, las comidas u otras tareas. A menudo, la gente quiere ayudar, pero no sabe cómo. Piensa en cómo otros podrían ayudarte a ti y a tu familia. ¿Te vendría bien ayuda con las tareas del hogar, como hacer la compra, cuidar el jardín o pasear al perro?
Si duda en programar ayuda de cuidado porque se siente culpable, es importante recordarse a sí mismo que no es egoísta. Para ser un mejor cuidador, necesita y merece recargar energías para gozar de buena salud física, mental y emocional.
Si su ser querido se resiste a que otros cuidadores lo cuiden, es importante hablarlo y explicarle que quiere ayudar y que también lo necesita. Si aún así, puede pedirle consejo al trabajador social u otro profesional de su clínica o organización local de ELA. Incluso podrían hablar directamente con su ser querido para explicarle lo importante que es para usted tener tiempo para recargar energías.
Tu salud mental y emocional
Los cuidadores de personas con ELA a menudo se sienten abrumados y experimentan una amplia gama de emociones. Siempre que sienta que necesita apoyo adicional, intente contactar con otras personas, ya sea un familiar, un amigo cercano, un médico, un trabajador social, un consejero, una figura religiosa o espiritual, o un compañero cuidador de personas con ELA. Hablar con otras personas puede ser muy útil.
Cuando a su ser querido le diagnostican ELA, es normal preocuparse por lo que le sucederá a él, a su familia, a sus finanzas y a otros aspectos de su vida. Sin embargo, si comienza a experimentar síntomas de depresión o ansiedad que afectan su vida diaria, es importante hablar sobre estos síntomas con un terapeuta, trabajador social, médico o miembro de su equipo u organización de ELA.
Su médico de cabecera o profesional de la salud mental podría sugerirle terapia o tomar medicamentos para aliviar sus síntomas. Si decide tomar medicamentos, hágalo bajo la supervisión de su médico o profesional de la salud mental. Puede que necesite un tiempo para encontrar el medicamento y la dosis adecuados para usted.
“Sólo podemos dar lo mejor cuando estamos en nuestro mejor momento, así que por favor cuídese”.
- Dolly, ex cuidadora de ELA
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